Una prevención que genera una enfermedad

Como consecuencia de ubicar a los bebés siempre en la misma posición al dormir (generalmente boca arriba) para prevenir la muerte súbita (que ha estado tan "de moda" en estos últimos tiempos), se han logrado evitar alrededor del 50% de los fallecimientos, pero esta maniobra puede acarrear ciertas complicaciones, como las deformaciones craneofaciales.
La incidencia de plagiocefalia posicional y otras deformaciones craneofaciales similares en bebés de menos de un año se ha multiplicado por diez en los últimos años. A pesar de esta estadística, todavía es poca la información a la que pueden acceder los padres, quienes, a través de simples cuidados posturales, conseguirían disminuir notablemente el riesgo de ocasionar una dolencia que puede acarrear retrasos en el desarrollo psicomotor y cognitivo.

Sucede que al repetir la posición para dormir todos los días, el cráneo del bebé, que en los primeros tiempos es muy blando, comienza a recibir la presión ejercida por su propio peso contra el colchón, ocasionando un aplanamiento de la zona constantemente apoyada y que puede derivar en una deformación que afecte no sólo la forma de la cabeza, sino del rostro (orejas, ojos, boca).

En los últimos años han aparecido estudios que describen retrasos en el desarrollo psicomotor y cognitivo, afectación de los potenciales evocados auditivos, un aumento significativo de disfunciones cerebrales leves, trastornos del lenguaje y de aprendizaje, problemas de comportamiento y déficit de atención.


Tanto la plagiocefalia (una de estas enfermedades) como otras malformaciones posturales más complejas pueden ser prevenidas adoptando algunas medidas posicionales y ciertos estímulos para inducir al niño a determinadas posturas. Pese a que son técnicas sencillas, aún no se ha logrado que la información circule en forma masiva, ni en los consultorios pediátricos ni campañas masivas, aunque las asociaciones de padres en distintos países pugnan por una mayor concienciación, ya que aumentan los casos y es importante detectarlos a tiempo para evitar cirugías, además de que los tratamientos no quirúrgicos suelen ser sencillos pero costosos cuando implican el uso de ortesis craneales y las obras sociales, amparadas en la desinformación, no cubren los gastos.

¿Cómo prevenirlas?

En primer lugar no debe desatenderse la recomendación de hacer dormir al bebé sobre su espalda, pero con la cabeza girada alternativamente hacia cada lado. Este hábito de rotación de la posición de la cabeza se recomienda en el caso de que el niño pase mucho tiempo en sillas, en el coche de paseo y cuando se encuentre en el cambiador.
También es importante mantener hábitos de rotación al llevar el bebé en brazos, cargándolo alternativamente sobre la cadera izquierda y derecha, y del mismo modo alternar los lados a la hora de dar de comer y de cambiarlo.
La postura de decúbito supino debe mantenerse aun cuando el bebé crezca y haya aprendido a girar sobre sí mismo, ya que aún se desconoce a partir de qué momento deja de ser peligroso el descanso en la postura de decúbito prono.
De todos modos, la postura en decúbito prono durante la vigilia no reviste ningún peligro; por el contrario, los pediatras recomiendan esta posición para el juego vigilado, ya que influye como estímulo para que el bebé pueda comenzar a desarrollar sus capacidades motoras.
En cuanto a los estímulos para que el bebé asuma distintas posturas de cabeza, se recomienda colocar los juguetes y móviles de la cuna alternando de un lado y del otro; lo mismo en la cuna, la sillita de comer o el cochecito.
Cualquiera de estas recomendaciones también puede llevarse acabo si el bebé ya ha sido diagnosticado con plagiocefalia u otra malformación, para evitar que ésta se profundice.

Tratamiento


Más allá de las correcciones posturales, el tratamiento más utilizado para corregir estas malformaciones consiste en el uso de una banda dinámica o casco ortopédico que tiene unas zonas abiertas para que las partes del cráneo deprimidas puedan aprovechar su crecimiento expansivo y desarrollarse.
También se han realizado prácticas de fisioterapia intensiva de la musculatura del cuello.
Los profesionales han coincidido en que entre los 3 y 12 meses de edad es el periodo en el que mejores resultados pueden obtenerse. En la medida que el bebé crece y su cráneo pierde plasticidad, las posibilidades de un mejoría por el uso de prótesis desciende, quedando como alternativa la intervención quirúrgica.

Los padres con mayor experiencia, recomiendan sin dramatismos iniciar una consulta ante los primeros síntomas y no desistir en caso de dar con médicos desinformados o que puedan subestimar la condición. Sabiendo que el plazo para evitar males mayores es muy breve, el esfuerzo invertido en sacarse las dudas vale la pena.

De la misma manera, abrir un boca en boca entre las familias amigas e intercambiar experiencias, referencias y consultas es una buena opción para sobrellevar la falta de información general.

3 comentarios:

  1. yo ya te sigo. sigueme en:
    http://just-cristy.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Hola!!! Menudo cambio!!!! me gusta mucho, mucho :).
    Ah, ¿has visitado el blog sobre autismo que tengo enlazado en el mio?.
    Es una "mama coraje" y es precioso. Si no lo has visto, echale un vistazo cuando puedas.
    elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. jijijij, ya vi que tambien lo tienes entre tus blogs preferidos..jejeje.
    Un beso guapa!

    ResponderEliminar