La síntesis como proceso de la cognición y como propuesta de trabajo

La organización de lo que ya se sabe, otorgar sentido a temas sueltos reuniéndolos en un todo, adquirir visiones holísticas e integradoras, constituye uno de los desafíos del conocimiento en cualquier nivel de la enseñanza. En el espacio que hoy abrimos, intentaremos mostrar el valor de las estrategias que orientan o provocan los procesos de síntesis para favorecer y enriquecer el conocimiento. También señalaremos sus límites, reconoceremos sus dificultades y las controversias que se generan a partir de estos desafíos.

La mente sintética, según Howard Gardner

Para Howard Gardner habría usos generales de la mente que se estimulan en la escuela, en el ejercicio de las profesiones, en los lugares del trabajo. No se trata de capacidades particulares sino de maneras de ejercitar las mentes y, por lo tanto, de cultivarlas en el sistema educativo. Él señala cinco mentes que, de alguna manera serán necesarias en el futuro: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética. En esta oportunidad, queremos hacer hincapié en el sentido que tiene para Gardner la mente sintética con el objeto de favorecer la implementación de aquellas propuestas de trabajo que la incluyan y estimulen.

En primer lugar, para el autor, deberíamos recoger una de las problemáticas derivadas del crecimiento vertiginoso de la información. Ya no es posible pensar en sujetos bien informados si esto implica poder recoger toda la información acumulada. En perspectiva y hacia el futuro el problema se agiganta convirtiéndose en abismal. De ahí que Gardner adopte la idea del Premio Nobel de Física de 1969 Murray Gell-Mann quien sostuvo que las mentes más preciadas del siglo XXI serán aquellas que sepan sintetizar bien. Se trataría de estimular la capacidad para reunir información de diversas fuentes en un todo coherente. Uno de sus desafíos consistiría en organizar, en ese todo, saberes, opiniones, enfoques, datos diversos, etc. Para Gardner, además, el desafío consistirá en encontrar criterios que permitan reconocer cuando se alcanza una síntesis productiva y cuando una prematura, equívoca o desafortunada.

Los tipos de síntesis son variados y es posible identificar como tales las clasificaciones, las narraciones, las reglas, los conceptos complejos, las metáforas, las imágenes proveedoras de síntesis, las teorías, entre tantas otras propuestas. Reconoce lo interdisciplinar como síntesis y elabora un complejo programa para favorecer estos procesos en la educación.


Algunas cuestiones relativas a la manera de pensar

El reconocimiento de la mente como viva, activa y maleable que crece y se adapta en respuesta al entorno ha sido analizado por numerosos psicólogos quienes identifican además que los determinantes profundos de la actividad humana reposan en la cultura que se desarrolla históricamente (Stoll, Fink y Learn 2004, 40). La mente salta hacia atrás y hacia delante, en una lucha por encontrar formulaciones más claras de los problemas que enfrenta, reconoce los elementos relevantes, parte de conocimientos anteriores y de las creencias culturales con el objeto de enfrentar un tema o problema nuevo. El aprendizaje es lineal y errático. Tiene lugar adrede y de casualidad. La creación de sentido constituye, entonces, un claro desafío para la escuela en la que reconocemos el valor de la organización y reorganización de las ideas, la asimilación de las nuevas y el esfuerzo por establecer conexiones que conformen todos coherentes.

Este aprendizaje requiere tiempo, el tiempo es su condición necesaria y el esfuerzo de síntesis es posterior al complejo proceso de organizar la información, reorganizarla y entenderla en un todo. Es así como entendemos que el tiempo escolar forma parte de los desafíos de la síntesis en tanto no se contemplan las diversidades y los requerimientos personales que implican.


La síntesis en el marco de las innovaciones

Si entendemos las innovaciones como procesos de cambio, en vistas a las mejoras, en el marco de propuestas desafiantes y creativas tanto para docentes como alumnos, las propuestas de síntesis podrían consistir en los productos de esos proyectos.

Es posible programar las síntesis como parte de las tareas escolares cuando ellas se expresan en metáforas, en creaciones literarias, en representaciones pictóricas o en esquemas en que es posible representar las relaciones entre ideas, pensamientos, datos, teorías.

Las síntesis pueden ofrecernos, también, puentes entre temas de diferentes disciplinas o constituirse en la expresión de esos temas o problemas. En ningún caso pueden eludir la complejidad de los análisis previos.


Nuestras preocupaciones

A la hora de analizar los errores, las falsas apreciaciones y el ritmo que se le impone a los procesos de construcción del conocimiento, más de una vez pudimos reconocer generalizaciones o procesos de síntesis empobrecedores o apresurados en función del conocimiento adquirido. La síntesis es un esfuerzo de la cognición que requiere identificar aspectos esenciales y distinguirlos de los que no lo son, es el resultado que se logra una vez que se produjo un proceso analítico o en el que se reconoció a todas las dimensiones involucradas.

Es posible distinguir síntesis parciales y procesos de síntesis finales pero, en todos los casos, identificamos un proceso previo laborioso en el que se han reconocido temas, conceptos, relaciones, consecuencias, una disparidad de cuestiones que hacen a la dispersión de la información que, además, no siempre es de calidad homogénea. Esto implicaría, también, identificar la calidad de las informaciones, su credibilidad, la relevancia, el valor del contenido y su consistencia, o no, con otras maneras de pensar.

Texto de Edith Litwin
en Educared

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